Valledupar, 8 de septiembre de 2016.- “La Ministra de Educación debería renunciar por todo lo que ha significado su paso por el Ministerio”, dijo el representante Álvaro Hernán Prada en la Comisión Primera de la Cámara y lamentó que la directora del Icbf Cristina Plazas se hubiera retirado del recinto, antes de terminar el debate sobre consumo de drogas en niños y adolescentes.
Prada manifestó preocupación por las adicciones a alucinógenos que es un común denominador en los menores de edad de todas las regiones, “los niños, jóvenes y adolescentes tienen un derecho prevalente que no es solamente para que esté consignado en la Constitución, sino para hacerlo valer y en Colombia no se hace. Ha sido incluso más negligente este Gobierno que los deja incluso morir de hambre”, afirmó.
El representante puntualizó que 2 de cada 3 jóvenes consumen licor, 1 de cada 8 consume sustancias psicoactivas, el 4,4% de los niños entre los 11 y 12 años declara que ha consumido drogas y el 20% de adolescentes entre los 16 y 18 años también lo hace, y preguntó: “¿hay un estudio sobre los jóvenes que consumen y no declaran que lo hacen? ¿Cuántos jóvenes consumen drogas y no lo dicen? ¿A partir de la dosis personal se ha establecido cuántos niños consumen drogas?”. Aclaró que este problema debe manejarse de manera integral porque, mientras se legisla para controlar las adicciones, la Corte Constitucional ha legislado interpretando los derechos fundamentales.
Prada argumentó que el incremento del narcotráfico está directamente relacionado con la suspensión de la fumigación con glifosato, advirtiendo que prohibieron la fumigación de cultivos ilícitos, pero no la de otros cultivos, “me preocupa el mal ejemplo que está dando el gobierno nacional en materia del control al narcotráfico porque pasamos de 49.000 hectáreas de coca a casi 200.000 desde que Santos asumió la presidencia y empezó a negociar con el cartel de las Farc” y lamentó que Colombia sea campeón en producción de coca.
Finalizó refiriéndose a los grupos organizados al margen de la ley que se dedican al narcotráfico, que se ha reforzado por las malas políticas del gobierno, “el proceso de paz no puede ser la excusa para dar un mal ejemplo permanente, que aumenta el microtráfico que sostiene la cadena narcotraficante”, puntualizó. También dijo que hay que combatir el flagelo de las adicciones que aquejan a los niños, persiguiendo el narcotráfico sin cometer los mismos errores de prohibir la extradición y conectar este crimen trasnacional al delito político.